Un caso de nepotismo sacude a Salta e involucra al gobernador Gustavo Sáenz. Uno de sus hijos, Gustavo Nicolás Ruberto Sáenz Figueroa, registra dos salarios por parte de la gobernación: uno en la Cámara de Senadores salteña, por el que percibe $ 324.500 mensuales, y otro cuyo empleador es la provincia, cobrando $ 103.500 más. En total, su padre lo premia con $ 428.000 por mes, lo que además resulta un claro caso de delito por incompatibilidad de ambas funciones.
Ninguno de los dos hijos del gobernador, son profesionales con título de grado. Figuran inscriptos como comerciantes.
Pero su situación laboral irregular trasciende a su patrimonio. Con cuatro vehículos a su nombre, que alcanzan los 13 millones de pesos en cotización, Gustavo Sáenz “junior” demuestra su más que buen pasar económico. Según documentación de automotores, a diciembre del año pasado registraba dos camionetas Volkswagen Amarok más dos automóviles más de la misma marca: uno Gol y otro Golf. Además, tal como expidió la Central de Información del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en el último junio gastó el ostentoso monto de $ 343.000 en consumo de tarjeta correspondiente al Banco Macro.
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