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Ciudades

Divorcio en el El Jumeal, Jalil y Saadi, confirman que las medias son para los pies

Se conoció en las ultimas horas que se rompió el acuerdo entre Provincia y Municipio de la Capital por la obra en el dique El Jumeal, la comuna decidió hacerse cargo de los trabajos. El motivo del quiebre sería por un incumplimiento del Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles con la Capital en el asfaltado de barrios de la ciudad.

Una vez más los políticos en la gestión, demuestran su incapacidad manifiesta de concretar obra pública para beneficiar a la gente. Su falta de profesionalismo a la hora de gobernar trasunta en que no hay transparencia en los procedimientos, y seguro, con incumplimientos, que en esos ámbitos deben ser reiterados. Se pactan acuerdos, se firman convenios, se cortan cintas, se sacan fotos, se abrazan, publicitan ... y después de un tiempo todo queda en la nada, borran con el codo lo que escribieron con la mano y el gran publico se queda con la imagen distorsionada de la realidad, porque los fracasos de ellos no los publican. Sólo el lado bueno.

Desde el comienzo de la obra hubo problemas de convivencia, tanto que la Municipalidad y la Provincia habían impulsado proyectos distintos sobre la puesta en valor del dique. Hasta ayer la obra tenía un plazo de ejecución de un año y estaba prevista que la ejecutara la Sucesión de Guido David Mogetta con un presupuesto de 161 millones de pesos mediante una contratación directa.

Así como los contratos tienen una letra chica, los acuerdos entre distritos, aunque sean del mismo color político, también tienen esa letra chica, pero a diferencia de los contratos de adhesión, donde la letra chica está, pero nadie la lee, los contratos de colaboración en obra pública, interdistrital, también tienen una letra chica, pero no está escrita y allí seguramente se encuentra la raíz de los problemas a los que la opinión pública no tiene acceso. Entonces, no queda otro remedio que analizar las consecuencias de un nuevo fracaso, entre Raúl Jalil y Gustavo Saadi, ya se sacan chispas pensando cada uno en su proyecto político, no en el de la gente claro.

Desde le comienzo esta obra ha dado que hablar, primero por las profundas diferencias de percepción entre Provincia y Municipio por el control de la obra en sí; segundo por la irregular contratación, tanto por su presupuesto como la modalidad y por ultimo por la pésima calidad de los trabajos que se están realizando.

 

Se están ejecutando veredas de hormigón que ya presentan fisuras y roturas al poco tiempo de realizadas, y en muchos casos con un terminado muy deficiente. También hay sectores con perdidas de agua. Tampoco se sabe si dejaran veredas viejas que se encuentran muy deterioradas o las cambiaran en otra etapa.

 

También el asfalto presenta gran cantidad de baches que todavía no fueron arreglados. En definitiva estamos en presencia de una obra con muchos conflictos desde el comienzo,  que se adjudicó de manera escandalosa y que ahora se observa una pésima calidad en los trabajos. ¿Estarán los fondos o ya abran tomado otros caminos?. En Catamarca, acceder a esa información es muy difícil sino imposible. Si se sabe que a los políticos en cuanto administradores de la cosa publica, no hay dinero que les alcance. Es habitual observar sobrevaluaciones en la obra pública y también es moneda corriente que no cumplan ni con sus propios presupuestos. Muy fácil, cuando se asfalta una calle y a los tres meses vuelven los baches, significa que el material utilizado no fue el correcto sino el de ocasión.

Por último aparece el problema político, consecuencia de los "tejes y manejes", los incumplimientos, la letra chica no escrita, el manejo de la caja, la desproporción de necesidad y de recursos financieros entre Provincia y Municipio y las desprolijidades de los malos administradores, que sólo tienen claro el origen de los fondos y nunca la aplicación de los mismos, donde todo se diluye en forma misteriosa de manera que nadie pueda seguir su destino, con la necesaria conclusión que en este tipo de situaciones, las medias, también son para los pies y más con dos políticos que piensan más en el voto, que en las necesidades de la gente.

 

 

 

Eduardo Niederle Gobierno de Catamarca Gustavo Saadi Municipalidad de SFVC Obras Públicas Raúl Jalil

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