Luego de la gran afluencia turística en Semana Santa, sumado a ello las tareas virtuales que alumnos y profesores deben realizar a diario, dejan al descubierto el arcaico servicio de telefonía celular con el que cuenta Fiambalá y demás poblaciones del norte que conforman la jurisdicción, en donde las tres empresas que brindan la limitada cobertura obliga a cerca de 10 mil habitantes (en todo el distrito) a no contar con el servicio de internet, acceso a redes sociales, y en mucho casos a no poder realizar llamadas ni SMS.

Toda esta problemática se agudizó en el día de ayer martes, luego de un corte de energía eléctrica, la señal de telefonía celular comenzó a funcionar con intermitencia, dificultades  y menor potencia.

En lo que se refiere a Fiambalá, hay sectores alejados del centro, como por ejemplo barrios Retiro, San Pedro, La Ramadita y Pampa Blanca, en donde es prácticamente imposible poder usar un celular dentro de un domicilio, para lo cual cada usuario se ve forzado a buscar señal en algunos lugares específicos, fuera de la casa, con una señal 4G deficiente e inestable.

En la localidad de Saujíl, el 80% de sus habitantes no tienen servicio de ninguna empresa.

En las demás localidades del norte Fiambalense –como Palo Blanco y poblaciones de “La Herradura”-, NUNCA existió el servicio 3G o 4G, solo tienen señal GSM en algunas horas del día, en el que pueden realizar algunas llamadas o mensajes de texto común, luego de varios intentos.

Otro de los lugares que es masivamente visitado por miles de personas de todo el mundo, como son Las Termas de Fiambalá, tampoco existe el servicio de telefonía celular, con excepción de quienes se animan a escalar algunos cerros en búsqueda de señal.

El servicio domiciliario de internet a través de telefonía fija, es otra de las carencias y uno de los requerimientos más urgentes que hace la población.

En pleno siglo XXI, es inentendible comprender que miles de personas que habitan una de las regiones más visitadas por el turismo en toda Catamarca, vivan de la forma más precaria y primitiva –tecnológicamente hablando-, mientras que en otros lugares del planeta se habla y promociona el sistema 5G. En Fiambalá y todo el norte con mucha suerte se logra realizar una simple llamada.

Todos los inconvenientes mencionados cada vez provocan mayores disgustos en la población, especialmente con aquellos legisladores provinciales y nacionales, quienes con un poco de preocupación y dedicándose a trabajar, podrían realizar las gestiones necesarias para que muchos coterráneos tengan las mismas oportunidades de otros lugares del país y el mundo, con un servicio que les permita estudiar a distancia, trabajar, comunicarse con sus seres queridos, investigar, informarse, conectarse con el mundo y otras tantas utilidades que el internet brinda en la actualidad.

Fuente: El Abaucán Digital