Tal como lo informamos en nuestra nota anterior, este medio tuvo acceso a una calificada fuente que informó como era el modo de operar en relación a la venta de turnos perjudicando a los recurrentes, todos adultos mayores, que al no acceder a los turnos, veían frustradas sus aspiraciones de lograr el turno y el consecuente préstamo, se levantaran temprano o no.

El corrupto sistema funcionaba como la ley del embudo, para acceder al préstamo si o si había que pagar el peaje permitido por el Jefe. Un verdadero despropósito. Propio del clientelismo que ejercen ciertos sectores de la administración del Estado.

Según la fuente que pidió ser preservada, el actual gerente de la UDAI-CATAMARCA, el abogado Enzo Carrizo permitía a algunos empleados, que atendieran a recurrentes inescrupulosos, sin turno.

Los ventajeros, también jubilados, compraban el turno o pase libre, que le otorgaba el acceso directo al box de atención al público donde obtenían el préstamo de Anses. La maniobra comenzaba en el sector externo, donde estaban precisamente los "administradores", que el denunciante denomina cuida coches y  el señor distraído del Cyber.