¿Y cómo fuimos perdiendo nuestro patrimonio?

Extraje de unos trabajos documentales que hice algún tiempo atrás, que presenté a funcionarios de todo rango e institución, en varias gestiones y en ámbitos de gobierno de Catamarca, Universidad Nacional de Catamarca, ( varias unidades académicas), ámbito municipal, legislativo y privado, sin despertar interés alguno.

Me llevó más de tres años hacerlo y la presentación fue realizada en Power Point, CD. Sé por fuentes amigas que en algunas universidades de otras provincias se le dio, en su momento, otra importancia y sirvió de material de estudio aunque yo no tengo pruebas escritas de ello. El trabajo lleva el nombre de:

“La ruta de la ciencia " y " La ruta de los sabios en Catamarca". De dicho trabajo extrajimos algunos ejemplos que ilustran la nota de hoy, destacándose el cuadro de piezas "perdidas" y los textos de las fuentes consultadas. “El tristemente célebre traficante Zavaleta”

“En forma paralela a la acción de los viajeros ilustrados, ocurrió la remoción de cementerios y cuevas por buscadores

profesionales, que desplegaron una gran actividad con el exclusivo fin de lograr la venta de los objetos en el mercado de obras de arte y de antigüedades, siendo el caso de Manuel Zavaleta el más destacado. Este traficante tucumano que operaba con gran facilidad en los valle, dado que era comisario de policía, guardó celosamente las procedencias específicas de los especímenes para que nadie interfiriera en la obtención de los “tesoros” y en el productivo tráfico que él llevó a cabo".

"Ahora sabemos que partes de las mismas colecciones y por lo tanto, de posibles contextos en los que se habían encontrado juntos, diversos objetos de ofrendas, tuvieron destinos finales tan dispares, como Chicago, Berlín y Buenos Aires totalizando éste comercio unas 20.000 piezas”.

Robo de colecciones y piezas

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“Motivo de sus depredaciones fueron fueron casi todo el Valle Calchaquí ( San Carlos, Molinos, Cachi, Potrero de Payogasta, el Valle de Santa María, Cafayate, Tolombón, Colalao, Quilmes, Amaicha, , Chiquirimil, y Altovalle de Tafí. El mayor número de materiales habría provenido de Colalao, Amaicha, y Tafí, según A.R.González, 1983”

“Tabla 1. Cantidades de piezas referidas en diversos artículos y archivos de colecciones del Valle de Yocavil y alrededores. a. En menor cantidad incluía también materiales de Tafí del Valle, b. incluye también materiales del norte de Tucumán y La Candelaria. C. Incluye también materiales de otros valles. d. De las cuales unas 6200 son puntas de flechas talladas. e. Sólo piezas de cerámica exclusivamente presantamarianas". Hay además objetos de oro, plata, y piedra. f. Éste número representa el total de los recipientes formativos existentes en la colección referida, mediante su revisión exhaustiva. El Resto de las colecciones, todavía no se ha examinado íntegramente”.

Con el aporte técnico de: YANINA SANTILLÁN

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NOTA: del cuadro interesan las tres primeras filas en las que figuran las cantidades de piezas robadas por Zavaleta, el resto pertenece a investigadores, entre otros destinos.