Estas fueron las expresiones del letrado: La familia de Liliana Garabedián no se quedará de brazos cruzados y planteará una denuncia ante tribunales internacionales. El equipo de tanatología más importante del mundo concluyó que fue una muerte violenta.

Agregó: Se observó un mal desempeño funcional, sobre todo del médico en la autopsia, lo cual fue duramente cuestionado por el equipo de antropología forense.

Transfirió realidades al presente: Si el caso ocurriera hoy, el principal sospechoso sería su marido y estaría detenido. Había permanentes situaciones de violencia, estaban separados 30 días antes de la muerte y había restricciones de acercamiento.

Recordó que: El estado psicológico de Liliana se debía a que la familia de su marido le había quitado a sus hijos. Además se cometieron diversos hechos de violencia institucional, por parte de la policía, del hospital. La justicia demostró un total desinterés por investigar la causa.

Por último indicó: Nunca se investigó el surco alrededor del cuello, que demostraría la hipótesis del asesinato. Creemos que Liliana no murió donde fue hallada, sino que su cuerpo fue depositado e intentaron manipular la escena para despistar.