Manifestó que “El diálogo con el municipio está cortado, por la forma en que tratan al trabajador, le mienten a la sociedad y cómo se manejan. Estos funcionarios están acostumbrados a tener súbditos, pensando que manejan una empresa privada.

Los servicios están garantizados y lo entendemos por la pandemia, pero los 36 despedidos que antes eran aplaudidos como héroes, ahora no tienen un plato de comida para sus hijos.

Hoy hago un mea culpa por no haber intervenido antes por los precarizados, pero la lucha es ahora y será la misma gente que los votó, la que les exija que se sienten a dialogar.

Hay gente que nos pide que no aflojemos, pero nosotros queremos dialogar directamente con el intendente, es imposible con Gustavo Aguirre. En la municipalidad hay un grupito de funcionarios que dicen manejar las cosas.

De dialoguista aun no lo hemos visto a Gustavo Saadi.

Desestabilizadores son aquellos que manejan la provincia hace 100 años, que vinieron de países árabes y, salvo el grupo Jalil, ninguno sabe lo que es trabajar, nunca tuvieron un emprendimiento”.