Cada año, estamos produciendo 300 millones de toneladas de plástico a nivel mundial, y solo el 18% se recicla, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas en 2019.

Desde 2011, gracias a su fundadora Rebecca Prince-Ruiz, el mes de julio se activa el movimiento global Plastic Free July que “ayuda a millones de personas a ser parte de la solución a la contaminación plástica, para que podamos tener calles, océanos y comunidades hermosas más limpias”.

El mismo ha inspirado a más de 250 millones de participantes en 177 países. Un día, una semana o el mes entero, es un punta pie clave para arrancar a ser mas responsables con nuestras opciones a la hora de consumirlas.

Entendiendo que un pequeño cambio desde el lugar de cada uno, colectivamente marcará una gran diferencia, encontrar alternativas que pueden convertirse en nuevos hábitos conscientes es el propósito de esta iniciativa.

La basura no desaparece cuando la llevamos al contenedor, y reciclar es lo mínimo que podemos hacer. La verdadera solución está en evitar que el plástico se convierta en basura. El reto se centra en los plástico de un sólo uso, que son los que normalmente se usan y tiran, como los envoltorios y envases de plástico, utensilios como vasos, platos y cubiertos, bolsas de plástico, etc.

Además, al estar confinados en nuestras casas producto de la cuarentena, la iniciativa podría motivar a utilizar el tiempo para repensar y poner atención a los objetos de uso cotidiano, los hábitos del día a día y poder empezar a optar por objetos que no sean de plástico como las bolsas de tela para hacer las compras del supermercado, priorizar el envase de vidrio, llenar las botellas de amor, optar por alimentos naturales, entre otros.

En este link encontrá algunas de las alternativas para lograr hábitos conscientes y por ende cuidar a nuestra madre tierra.