Durante la campaña política que lo hizo gobernador, Raúl Jalil aplaudió todas y cada una de las políticas que por entonces implementaba su antecesora, en especial aquellas que se relacionaban con el sector minero, a pesar de que no estaba de acuerdo con la forma que se lo manejaba, muchos menos con quienes timoneaban el barco, según ventilan por lo bajo algunos íntimos allegados.

Tal es así que al asumir se ocupó de hacer saber a sus funcionarios que en el término de seis meses, saldrían del Gobierno varios Corpacistas, entre ellos Ángel Mercado y Rodolfo Micone, los dos principales actores de la debacle minera Catamarqueña, que en una curva imaginaria que comienza en el años 2011 desde lo alto de la línea vertical, inicia un descenso que nunca se detuvo, hacia la línea horizontal, mientras que los patrimonios de los principales actores, en otra curva menos imaginaria y más real, nunca detuvieron la escalada hacia los más alto de la línea vertical. Basta observar la realidad, provincia pobre, de las más pobres del país y al mismo tiempo gobernantes poderosos, que en el oeste y cerca de los yacimientos les gusta disfrazarse de "cowboys" al mejor estilo tejano.

Esta decisión esperanzadora para las inversiones mineras, fue –básicamente- un pedido de los inversores que el Gobernador Raúl Jalil recibió en su estadía en Toronto, donde no solo participó de la feria minera más grande del mundo, sino donde fue recibido a solas por los principales accionistas de las empresas que pretenden invertir en Catamarca bajo esa condición y ante el agobio insoportable de  las presiones sufridas durante la gestión Corpacci.

Durante un tiempo hubo especulaciones de todo tipo y muchos se aventuraron con los cambios de Ministros y funcionarios de alto rango, lo que dio lugar a que la oposición del radicalismo y la “oposición vip”, como el caso de Luis Barrionuevo, se hicieran eco de estos rumores y lo desparramaran en público, condicionando de este modo, al  nuevo Gobernador.

Es así que durante el mes de Abril, el líder de Gastronómicos, cuyos dos únicos diputados son aliados incondicionales al jalilismo, manifestó en un reportaje radial, que Mercado y Micone tenían los días contados en el Gobierno de Jalil y que muchos otros funcionarios “heredados” contarían con igual suerte y equivocado no estaba.

Primero fueron declaraciones en el marco de la Reforma del Estado, donde Jalil justificó el cambio del control en la distribución de regalías mineras por la incapacidad y escasa transparencia de Rodolfo Micone, una “burla” que implicaba al pueblo de Catamarca y a la vista de los lamentables acontecimientos, seguirá implicándolo, aunque de poco empiece a vislumbrarse, cómo transcurrió la política minera, ingresos y egresos, de los dos mandatos de Lucía Corpacci. Al respecto, vino a la memoria del editorialista una frase célebre del Filósofo y estadista británico Sir Francis Bacon ((1561-1626) quien dijo "La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad".

A principios de Mayo empezaron a verse los cambios prometidos, hasta que les tocó el turno a aquellos que más peso político tuvieron en la gestión Corpacci, como son los casos de Ángel de Jesús Mercado y Rodolfo Micone, paradójicamente, quienes más daño le hicieron a la minería Catamarqueña, aunque ellos se muestren imperturbables.

Pero en la segunda semana de Mayo, cuando Raúl Jalil contaba con la mayor popularidad en su gestión, soportando las presiones de las constantes manifestaciones de los gremios; cuando se prepara para encarar una reforma integral del Estado, “recula en ojotas” con la decisión de sacarse de encima a los fuertes de la minería de Lucía Corpacci, exteriorizando que el negocio sigue siendo privado y no para beneficiar al pueblo de Catamarca.

Por si no fuera poco eso, el Diputado Hugo Ávila presenta un proyecto donde le pide que interceda en la “negociación” entre YMAD y Yamana Gold, por la que Catamarca percibe 12,5 millones de dólares y libera la infraestructura de Alumbrera para que Agua Rica se vea beneficiada brutalmente en perjuicio de nuestra Provincia, que perdería 780 millones de dólares en 20 años, por el mal negocio. También revela en su proyecto, Hugo "Grillo" Ávila que Fernando Jalil, hermano del Gobernador y actual Presidente de YMAD, manifestó ante un grupo de legisladores, su deseo de romper ese mal negocio organizado por Ángel Mercado y Rodolfo Micone, que ponen de rodillas e hipotecan por dos décadas el sueño minero catamarqueño.

El Gobernador de Catamarca contaba hasta hace una semana con la adhesión de una gran parte de la sociedad que por fin veía que alguien se animaba a luchar contra la corrupción de la minería catamarqueña, sin embargo sus miedos, sus indefiniciones, su propia inseguridad y la intercesión de Lucía Corpacci lo obligó a cambiar de parecer y hoy deberá pagar un costo político altísimo ante la sociedad, que no se puede titular de otra forma que no sea: “El Papelón de Raúl Jalil”, aunque desde ésta línea editorial insistimos y adherimos a la frase de Bacon "La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad".

Mientras tanto la sociedad Catamarqueña, inquieta y movilizada por algunas decisiones que se toman en un contexto de “ánimos caldeados” producto de la cuarentena y de una crisis cuya dimensión es desconocida, ve atónita la decisión de Jalil de echar y luego re designar a Mercado y Micone, en este “ida y vuelta”. Los catamarqueños acaban de rechazar la tibia posición de Jalil, traduciéndose en una encuesta que publicó recientemente y en donde ubica la  la imagen del Gobernador Jalil como muy negativa a pesar de ser mandatario de una provincia sin casos positivos de Covid-19.

Raúl Jalil se ocupó de decir que la minería que le dejó Corpacci no sirvió para nada, pero no se animó a desplazar definitivamente a sus actores más aún cuando ya se encontraban afuera del Gobierno, de hecho la renuncia de Rodolfo Micone es “indeclinable”, lo cual implica que no tiene marcha atrás y no puede volver. Para los catamarqueños ha sido un duro golpe, difícil de digerir, demostrando que ser autoridad no implica tener el poder y afirmando de ese modo que en la cuestión minera, la verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.