Como lo hemos venido diciendo en otra notas, se advierte en la última semana un relajamiento por parte de la población en el cumplimiento del aislamiento obligatorio. También es cierto que desde el viernes se han incrementado los controles dispuestos para concretar el efectivo cumplimiento del único remedio efectivo que puede exhibir el Gobierno Nacional, que es el aislamiento obligatorio por la más que evidente falta de testeos, que provocan el gran debate nacional.

La discusión en las últimas horas ha sido con respecto a la cantidad de tests que se hacen para controlar quién está infectado. En ese sentido el Presidente de la Nación  hizo declaraciones y comparó el desempeño de nuestro país en la pandemia del coronavirus, en relación a la situación en Chile y otros países de la región.

La realidad es que los trasandinos compraron  los reactivos químicos, comúnmente denominados test, con mayor anticipación a la Argentina. En consecuencia hace muchísimos más análisis. Mientras el Ministro de Salud de la Nación minimizaba los riesgos de la llegada del coronavirus a la Argentina indicando entre otras inexactitudes que China “queda muy lejos” o “estamos en verano”, los chilenos adquirían 250.000 reactivos químicos, razón por la cual el país vecino tiene mayor cantidad de casos confirmados. La comparación que hizo Alberto Fernández resultó ser falaz.

En declaraciones radiales  efectuadas en el programa “Cada Mañana” que conduce Marcelo Longobardi por Radio Mitre, el ex ministro de Salud de la Nación, doctor Adolfo Rubinstein, especialista en epidemiologías se refirió a la cuestión de los “testeos” y dijo que los números que muestra el gobierno nacional cada día distan de ser los reales. La proyección de casos tomada desde la estadística de fallecimientos (90) indica que la cantidad de casos confirmados al domingo pasado sería de alrededor de 10.000, en tanto que desde el Ministerio de Salud, para ese día se indicaba que eran 2108, los casos confirmados. Esta y no otra, es la razón de la ya dura cuarentena obligatoria impuesta, pues se trata del único remedio “disponible” que tiene el presidente.

Lo expresado en el párrafo anterior es además un claro indicador que el virus circula y al mismo tiempo se mitiga por todo el país, tornando la situación cada vez más riesgosa si no se respeta a rajatabla el distanciamiento y aislamiento social. Provincias que tuvieron casos positivos y ya no tienen, como Salta por ejemplo o nuestra provincia que no tiene casos positivos y otras como Chaco, que están muy complicadas. El ministro también expresó que no es que la Argentina haya aplanado la curva de contagios sino que la ha achatado por la notoria falta de testeos.

Han declarado los máximos especialistas en epidemiología que no debemos relajarnos, seguir con la cuarentena, porque cuando faltan reactivos químicos, no queda opciones. Tal como lo indican la abundante publicidad oficial, la única vacuna que existe por el momento para este virus es el distanciamiento social, y ya no es necesario haber estado con alguien que haya viajado al extranjero, porque hay circulación local, que se denomina mitigación. De ahí nuestra insistencia y reiteración de la cuestión central de la ya famosa cuarentena.

Catamarca es una de las tres provincias que aún no han registrado casos y al mismo tiempo se nota que la población tiene una tendencia a la relajación por parte de los habitantes. Que no haya casos confirmados no quiere decir que no tengamos casos. Existe la posibilidad cierta y concreta que haya portadores sanos, asintomáticos, que son los más peligrosos y los que sin darse cuenta propagan el virus como reguero de pólvora.

Argentina está haciendo tiempo, está esperando concretar las compras de reactivos químicos, esa compra que debería haberse concretado en febrero y que recién se concretó en marzo, es decir un poco más de un mes después que Chile. Necesitamos más testeos y no tenemos los reactivos químicos que sí tiene Chile con la mitad de la población argentina. Lo dijo el filósofo Aristóteles hace más de dos mil años, “la única verdad, es la realidad”.