Todo comenzó con un exabrupto que pasó a mayores, cuando una enfermera profesional, le reclamó barbijos especiales para el personal de salud conforme lo indican los protocolos del Ministerio de Salud de la Nación, denominados EPP (Equipos de protección personal).

Su reacción, desmedida y violenta, concluyó con una cita a la posta sanitaria del Barrio Obrero, donde levantó su voz y haciendo gala de su poder, faltó el respeto a la trabajadora de la salud y la amenazó con represalias laborales que a posteriori concretó, un escándalo sin parangones, en medio de una emergencia sanitaria que no registra precedentes, a raíz de la pandemia de coronavirus. Su respuesta fueron amenazas, coacciones, abuso laboral y abuso de género.

Denegación sospechosa de justicia para la trabajadora que ante semejante atropello se dirigió a la Comisaria y a la Fiscalía a formular la denuncia penal correspondiente, que en un primer momento fue rechazada y que posteriormente y ante la presión mediática, se le dio curso en la Fiscalía, dictándose una insólita sentencia interlocutoria en el incidente de medidas cautelares, imponiendo impedimento de contacto a ambas personas como si se tratara de un proceso civil. Evidencia de la influencia que ejerce dictatorialmente el intendente sobre todas las áreas gubernamentales del municipio aunque no sea de su incumbencia.

Luego de unos días, Luis Polti decidió con un grupo de funcionarios y amigos romper la cuarentena e ir a pescar al Dique de Motegasta en Icaño. En esa instancia fue descubierto y advertido por la Policía de Catamarca con asiento en Icaño. Fue detenido junto a sus amigos y se le inició una causa por infracción al Código Penal, cuyo trámite es desconocido. Lo increíble del caso es que la policía demoró a un periodista que estaba cubriendo el triste episodio de un funcionario público rompiendo la cuarentena.

La detención de Luis "Lula" Polti fue noticia en los principales medios de Catamarca, similar a lo que había ocurrido con el episodio de la enfermera, que fue noticia en todo el país. Sin embargo, luego de la revisión médica fue rápidamente liberado y quedó la sensación que el controvertido intendente tiene algún tipo de privilegio con la Policía ya que a diferencia de otros casos, por el mismo delito, a las personas se las detiene más tiempo e incluso se les secuestra el vehiculo por el plazo de un año.

El episodio se transformó en un escándalo y sus pares políticos y el propio Concejo Deliberante reclamaron por su falta de pedido de licencia para ausentarse. Obvio que Polti cayó en la cuenta que en menos de una semana acumulaba dos causas penales y una falta administrativa grave. Los concejales opinaron que debía tomarse licencia y entrar nuevamente en cuarentena, los de su propio partido y lo sorprendente fue que los dos concejales de Cambiemos apoyaron al intendente. Pasan cosas raras en Recreo y hasta el Diputado Tiago Puente repudió el rol opositor de los dos ediles que llamativamente apoyaron a un intendente que desde hace diez días no da pie con bola.

Lo cierto es que todo resulta ser muy confuso y nadie puede afirmar cual es la real situación que existe por éstas horas en la ciudad de Recreo, cabecera del Departamento de La Paz, la ciudad más importante del Este Catamarqueño.

Es evidente que Polti, más que un pedido de licencia para justificar su actividad en infracción al Código Penal, está buscando eludir la Justicia de la peor manera, ya que por más que lo apoyen ediles de la oposición, las infracciones fueron cometidas y debe hacerse responsable. Su supuesto pedido de licencia el día jueves no tiene fecha cierta sino que sellos de tinta de agua, como se observa en la imagen. El documento que no tiene fecha cierta es inoponible a terceros.