Señor Alberto Fernández: ya me presenté en el primer video que le envié, aunque no sé si le llegó. Por mi parte, me enteré que usted fue a buscar a su hijo Estanislao a su departamento uno o dos días antes del comienzo de la cuarentena, sabía lo que se venía, usted es el presidente y no quería que estuviera solo. Es comprensible. En eso nos parecemos. Ambos somos padres de un hijo único. La diferencia es que mi hija, es una de los 15.000 argentinos que no pueden volver y usted que salvó a su hijo, está impidiendo que mi hija regrese al país y lo peor es que le está mintiendo a todos.

Le cuento, que sin perseguir ese objetivo, tuvo una muy buena repercusión, en especial por el respeto, y la sinceridad del mensaje. Esta es la segunda vez que me expreso, pero por un medio distinto, y en esta oportunidad es para hacer notar mi hastío por la forma engañosa, desde mi percepción,  con que se están refiriendo a los denominados vuelos de repatriación y asistencia a compatriotas varados en el extranjero.

Busqué antecedentes de lo que es una repatriación, y encontré varios, pero el más reciente es el caso de la empresa aérea Thomas Cook de bandera inglesa. Ante su colapso en el año 2019, el gobierno del Reino Unido tomo a su cargo el regreso de  150.000 pasajeros de distintos lugares del mundo, a su costo, tanto de transporte como de alojamiento y comida.

¡Todo en 15 días!, recurriendo a la solidaridad de todas las líneas aéreas posibles. Sé que ésta es una situación distinta, como así también que su gobierno de carácter populista necesita de titulares rimbombantes, pero no podemos aceptar mentiras.

Que la gente sepa que esa supuesta repatriación se hizo:

1. Con un mínimo de líneas aéreas durante un escaso número de días, desconociendo el criterio de esa selección, ni de los pasajeros.
2. Posteriormente, se ordenó que solo Aerolíneas Argentinas pudiera volar, cuando carece de infraestructura suficiente.
3. Todos los pasajeros de otras líneas aéreas, si es que fueron seleccionados para volar (no sé por quién ni bajo que parámetros), debieron abonar sus pasajes, ¡más caros que los habituales!
4. Se discriminó a los pasajeros que viajaron después del 13 de marzo, cuando no había ninguna directiva legal al respecto que lo impidiera, solo recomendaciones no vinculantes, que podían o no aceptarse.
5. Durante todo el precioso tiempo perdido en interesarse solo por el transporte aéreo, ingresaron miles de personas al país por vía terrestre. Por Ejemplo, desde Brasil y Uruguay. Y usted lo sabe y no dice nada. Omitir en este caso es lo mismo que mentir.

¿Advierte una sustancial diferencia con el antecedente de repatriación que dispuso el Reino Unido?

¿Tanto costaba hacerlos  regresar sin discriminación, recurriendo a todos los medios posibles? O en su caso, respetar los vuelos programados de las distintas líneas

¿O usted piensa que Aerolíneas Argentinas cuenta con la burbuja antivirus?

¿Y el costo del pasaje para los pasajeros de otras líneas aéreas?  ¿Nunca se les ocurrió subrogarse en los créditos de los pasajeros y hacérselas más fácil? y no permitir que lleguen vuelos casi vacíos,  como el de EASTERN AIRLINES desde Miami el 2 de abril aproximadamente a las 20 horas con 105 cinco butacas vacías?

Ese vuelo fue gestionado por el consulado o como se llame, de Miami, el que estaba casi vacío por la razón que los pasajeros de otras aerolíneas ¡debían pagar 1000 dólares por el pasaje de vuelta! Y no tenían dinero.

Otro tema muy importante: ¿sabe Usted la desprotección casi absoluta en que se encuentran los argentinos varados en el exterior?

Los teléfonos suenan pero no los atienden, los organismos consulares cuando milagrosamente responden, lo derivan a las líneas aéreas y viceversa. Esto lo corroboré personalmente intentando comunicarme durante horas con resultado negativo.

Obvio que pensé que Usted no sabía todas estas cosas, o sus colaboradores le mentían que todo está bien, o me resistía a pensar ¡que lo sabía y no hacía nada!.

Pero cuando lo escuché por TN el lunes 6 de abril a la noche, MENTIR descaradamente que todos los varados estaban contenidos y asistidos, y que todos los argentinos tenían el número de su celular, nuevamente generó mi repudio, ¡¡¡PORQUE NO ES VERDAD!!! y sigue siendo irresponsable e injusto.

Para que sepa…. Los consulados de las ciudades más importantes se lavan olímpicamente las manos y les cierran las puertas en la cara a los ciudadanos argentinos. Solo se comunican por un formalismo inútil, una excusa para decir que se comunicaron. Lamentable.

La realidad es la siguiente:

Si el conciudadano necesita remedio. Solo le consiguen una receta. Y vaya a comprarlo.

Si necesita hospedaje y comida. Solo le recomiendan un hotel. Y debe pagarlo.

Presidente, no comparto la forma en que se actuó, hay varados sin motivo esperando una solución, pero deben respetarse sus acciones, y será responsable de sus aciertos y errores.

Lo único que le ruego, en honor a la  verdad, no hable más de vuelos de repatriación, póngale el nombre que quiera, pero no ese, porque es un engaño. No subestime a todos por igual. Algunos nos informamos y sabemos cuál es la verdad, esa que tanto usted y su gobierno se empeñan en disfrazar. Los hechos desplegados por su gobierno distan años luz del concepto de repatriación.

Esta carta tendría otro título, había pensado en “Ilusiones perdidas, verdades encontradas”, es la pura verdad, pero no significaba el verdadero sentido del mensaje que tiene ésta carta. Los argentinos tienen que saber que el presidente sistemáticamente falta a la verdad y le miente a su pueblo, sin dudas el peor escenario para una Nación en crisis.

Lo saludo…. Hasta la próxima mentira.

Sobre el mismo tema, el Diario La Nación publicó una nota https://www.lanacion.com.ar/economia/no-son-chetos-criminales-un-diputado-cambiemos-nid2351322