“Me hago cargo”, dijo el joven de 27 años que llegó a la Cámara de Sentencia en lo Penal Juvenil para responder por dos delitos; uno de éstos lo había cometido cuando era un adolescente. Llegó imputado por dos hechos, ambos calificados por “robo agravado por el uso de arma”.

De acuerdo con la investigación, en octubre de 2009, cuando era un adolescente, sobre avenida San Martín, al Este capitalino, el acusado –acompañado por otro joven, quien ya fue condenado por este hecho- a una mujer le arrebató la cartera que contenía dinero y otras pertenencias. Durante el forcejeo, el joven apuntó a la mujer con un revólver calibre 22 y luego hizo un disparo al suelo. Ambos jóvenes agredieron a patadas a la mujer y finalmente, cuando ya no pudo resistirse más al brutal ataque,   se apropiaron de la cartera.

Después de 10 años, en inmediaciones de las calles Avellaneda y Teodulfo Barrionuevo, en la zona sur de la Capital, un joven circulaba en su moto. Éste fue interceptado por dos hombres -uno de ellos el acusado- que se manejaban en otra moto. De forma intimidante, el acusado, con un elemento punzocortante, obligó al motociclista a abandonar su rodado; luego se subió a la moto y emprendió la huida, apoderándose de esta manera del vehículo.

El joven ahora responde en el Tribunal Penal Juvenil por ambos robos violentos, uno cometido durante la adolescencia y el segundo hecho, como adulto. La audiencia se realiza en la sala de debates de la Cámara Penal de Primera Nominación. En la primera jornada, frente a los magistrados  Rodrigo Morabito, Fabricio Gershani Quesada y Fernando Esteban, el imputado comentó que tiene dos condenas de las Cámaras de Segunda y de Tercera Nominación. Tales corresponden a delitos contra la propiedad y oportunamente fue declarado reincidente.

Desde octubre del año pasado,  este joven permanece privado de la libertad en el Servicio Penitenciario Provincial, ubicado en la localidad de Miraflores, Capayán, después de haber sido detenido por el segundo hecho delictivo.

A preguntas del Tribunal, contó que solamente cursó los estudios primarios y que consumía psicofármacos. “Por eso estoy acá”, aseguró. Sobre los hechos que se le endilgaron, el acusado los reconoció y admitió su participación. “Me hago cargo. Estuve bajo los efectos de los psicofármacos; era adicto. Desde chico tengo problemas de adicción; nunca tuve apoyo. Siempre estuve preso y no tuve oportunidad de hacer un tratamiento en un centro de rehabilitación. Pido que se me dé una oportunidad para estar con mi familia”, expresó.

Dada la confesión del acusado, tanto el fiscal Ezequiel Walther y Fernando Contreras, abogado del foro local a cargo de la defensa, desistieron de los testigos. El debate pasó a un cuarto intermedio. Se prevé que la audiencia se reanude hoy, a las 9, a fin de que el representante del Ministerio Público Fiscal y la defensa expongan sus alegatos. Luego, los magistrados deliberarán el veredicto.

Catamarcaencana

Veredicto social: Estado ausente.