Por los bajos salarios que perciben, el ánimo en los empleados cada vez es más caldeada hasta se sienten engañados por la propia intendente Roxana Paulón “cada vez que concretamos una lucha por mejora salarial, la intendente a la hora de las negociaciones siempre sostuvo que económicamente el municipio estaba en crisis, pero resulta que en estos meses de elecciones, se están dando nuevas becas de $3.000 a mansalva, materiales de construcción, ofreciendo contratos de trabajo, camiones, máquinas y camionetas alquiladas, lo que demuestran que plata no les falta, nosotros fuimos comprensibles de lo que ella planteaba y en muchos casos flexibles, pero por lo que vemos ahora, sentimos que fuimos engañados, mientras ellos manejan de manera indiscriminada los fondos del estado, los empleados tienen un sueldo de hambre”, dijo el delegado Carrizo.
Por otra parte Carina Zarate otra de las delegada del gremio sostuvo que los sueldos son tan bajos que todos los municipales de Fiambalá, están por debajo de la línea de la pobreza, “El municipio tiene alrededor de 750 empleados de los cuales 500 están por debajo de la línea de indigencia por que cobran alrededor $12.400 y ninguno supera la línea de la pobreza, nadie, ningún empleado supera el monto de $18.000, y los 400 becados cobran una beca de $2.700 mensuales”. Señaló.
Las redes sociales fue la herramienta que usaron los municipales para expresar su bronca por el aumento, teniendo en cuenta que el incremento por la cláusula gatillo fue entre $320,00 y $390,00, “y que nos iban a equiparar con los municipales de la capital, nos había prometido la intendenta en su campaña política del 2015”, fue una de la frases más expresada en las redes.
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