El máximo dirigente de la entidad sudamericana que rige el fútbol Conmebol se declaró confiado de que la violencia y el fanatismo no empañarán el espectáculo de la Copa Libertadores, que esta semana comienza su fase de semifinales.

“No permitamos que el fanatismo descontrolado dañe la magia y el encanto del mejor deporte del mundo. El fútbol es un juego, la violencia no", dijo Domínguez en una carta divulgada hoy.

"No permitamos que nada ni nadie empañe ese brillo", escribió tras afirmar que en que el fútbol "nunca debe haber espacio para los violentos".

Los argentinos Boca Juniors y River Plate, y los brasileños Flamengo y Gremio pugnarán en partidos de ida y vuelta por dos cupos a la final.

Domínguez confió en que habrá respeto "al rival, al árbitro y al hincha del otro equipo".