Nuevamente Alfaro dispuso un equipo netamente defensivo, a tal punto que sus jugadores más ofensivos se vieron obligados a hacer un trabajo al que no están acostumbrados. Así Bebelo Reynoso fue un defensor más y Mac Allister de a poco se fue transformando en un doble cinco en vez de mirar el arco de River.
River salió de estocada y rápidamente logró el primer objetivo. Un claro penal cometido por Más, que el árbitro no advirtió y sí el VAR de la falta en el área chica, que el colombiano Santos Borré transformó en gol, con un disparo del centro a la izquierda y en ascenso.
A partir de ahí Boca controló casi todo el primer tiempo cortando a River todos los circuitos de generación de fútbol hasta que sobre el final del primer tiempo, los del muñeco recuperaron la memoria y volvieron a tener la pelota.
Boca tuvo un único contraataque en manos de Ávila que se fue sólo y se la entregó en bandeja a Capaldo que ante su clara inexperiencia la tiró por arriba. Fue la única y más clara oportunidad que tuvo Boca.
En el segundo tiempo mejoró Nacho Fernández y juntamente con la subidas de Milton Casco decisivo e incisivo por el lateral izquierdo y De la Cruz que se las ingenio para ser un factor determinante en la tenencia de la pelota, entre ellos tres y la sagacidad defensiva de Enzo Pérez, el equipo del Muñeco fue creciendo en las acciones hasta que una bonita combinación entre Montiel, Scocco y Fernández terminó con un gol de éste.
Luego entraron Tevez y Salvio pero Boca seguía siendo un concierto de pelotazos a Wanchope Abila que casi siempre recibió pelotas de aire y nunca pudo. En ese interín Boca realizó su mejor jugada colectiva de la mano de Salvio que fiel a su estilo entre para desequilibrar pero no fue el caso.
En River también hubo cambios, salieron Borré y de la Cruz y entraron Scocco y Pratto, ambos con poco fútbol y sobre el final una plancha de Capaldo, previo VAR, determinó la expulsión del joven Capaldo, dejando a Boca con 10 jugadores aunque ya la suerte estaba echada.
En el duelo de técnicos, Marcelo Gallardo se llevó los aplausos, porque fiel a su estilo, River sabe lo que quiere y eso es atacar y el Boca de Gustavo Alfaro se llevó todos los silbidos, fue a buscar el resultado con un planteo mezquino y no logro ni el resultado ni obtener un gol para molestar al rival, nada de nada.
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