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Ciudades

Desde Catamarca a la Fragata Libertad, una historia de vida

De especialidad Apoyo General en la Armada Argentina, el marino catamarqueño Ramón Guerra se encuentra en la fragata ARA "Libertad" rumbo a Europa, en el marco de un nuevo Viaje de Instrucción por los mares del mundo. Se desempeña como cocinero del buque escuela, hecho que destaca y describe como uno de los más trascendentes en su carrera naval.

El buque escuela fragata ARA "Libertad", zarpó de Buenos Aires el 17 de agosto arribando a Salvador de Bahía (Brasil) --primer puerto de 15 en su itinerario el pasado 28--y hoy navega hacia Santa Cruz de Tenerife (España) donde se estima llegará el 17 de este mes.

A bordo de la fragata se encuentra el Cabo Segundo Ramón Leonardo Guerra nacido hace 29 años en Famatanca, Departamento de Santa María, Catamarca. Antes de partir, Ramón relató las vivencias y experiencias en su carrera naval y la alegría de ser parte de la tripulación de la emblemática nave nacional.

Ramón se crió y vivió en Famatanca hasta los 14 años cuando se mudó a Capital Federal, donde transcurrió su vida hasta ingresar a la Armada Argentina en el 2011. "Empecé a tomar conocimiento de la Fuerza por intermedio de un cliente de la panadería donde yo trabajaba, ubicada en el barrio de Palermo. Él era oriundo de Santiago del Estero y me motivó a ingresar, me comentó que tenía a su hijo ahí, y que iba a cambiarme la vida".

Convencido de su decisión, se dirigió a la Oficina de Ingreso en la Ciudad de Buenos Aires, donde se interiorizó acerca de la documentación a presentar; y en menos de tres meses ya formaba parte de la Armada Argentina como Marinero Tropa Voluntaria.

Su primer destino fue el Batallón de Seguridad del Estado Mayor General de la Armada en Buenos Aires, donde permaneció cinco años. Allí, el joven marino catamarqueño también tuvo la oportunidad de ir a una Misión de Paz en la Isla de Chipre en el 2015 y ser parte de los Cascos Azules de Naciones Unidas: "Me llevo una de las mejores experiencias en mi carrera. Jamás se me hubiese ocurrido que conocería lugares fuera de mi país; y aún hoy conservo los consejos y relatos de quienes eran mis camaradas durante ese tiempo", relató.

"Fue mi primera experiencia lejos de mis seres queridos, y mi familia. Mis compañeros me ayudaron a que se hiciera más llevadero el día a día, haciendo que no extrañara tanto; me sentí uno más en la familia naval", agregó.

Luego de su participación en la misión, realizó el curso para ser personal militar de cuadro permanente --de marinero a la carrera de suboficial de la Armada-- donde eligió la especialidad Apoyo General porque "era afín a lo que me dedicaba antes de ingresar a la Armada".

Ya como cabo, su destino fue el Hospital Naval doctor Pedro Mallo también la Ciudad de Buenos Aires permaneciendo un año allí, antes de recibir una de las mejores noticias de su carrera: el pase a la fragata ARA "Libertad". Con orgullo, destacó: "Creo que fue gracias al esfuerzo y a que siempre he dado lo mejor de mi parte en todos los destinos donde estuve".

Contó que su día transcurre en dos tiempos, a la mañana y a la tarde; comienza antes de las 8 y la principal tarea es cocinar para toda la tripulación --un promedio de 300 comensales--, ajustado al menú semanal planificado. "Estar aquí es un privilegio, una experiencia única, y me tocó en el mejor momento de mi vida", consideró el catamarqueño. "Podré conocer otros países; es una alegría", manifestó Ramón porque cocinar a bordo de la fragata, navegando por el mundo, será una de esas actividades que sólo se pueden hacer en la Armada.

Con orgullo, el joven Ramón Guerra rescata dos palabras fundamentales en sus años formando parte de las filas de la Armada: esfuerzo y superación. "Durante este tiempo, logré cosas inimaginables para mí: egresé y conocí la República de Chipre, conocí gente muy buena que me ha ayudado mucho en mi camino, y ahora estoy conociendo el mundo a bordo de la fragata".

"Le voy a estar siempre agradecido a la Armada Argentina. Es un orgullo formar parte de la Institución y por eso di, doy y daré lo mejor de mí para permanecer aquí. La palabra Armada es una palabra muy fuerte; más si se habla de la Patria. Me dio muchas cosas que nunca hubiese imaginado, y tengo agradecimiento hacia ella. Yo siempre responderé por la Patria", destacó con énfasis.

Su infancia y su vida en Catamarca

Desde que ingresó a la Armada, Ramón sintió un gran apoyo familiar, al principio de parte de su madre y sus hermanos "porque no es fácil alejarse de la familia a los 14 años, costó, pero tuve el apoyo total para despegar y ser el único integrante de la familia que forma parte de la Armada", agregó.

Ramón proviene de una familia humilde donde no sobraba nada, contó, pero la gente del pueblo siempre les brindó una ayuda inmensa. De chico guarda muy buenos recuerdos: "Tuve una infancia muy feliz junto a mi madre y mis hermanos; quedan grabados para siempre el trabajo que realizábamos en el campo: cultivar papas, sembrar maíz, cosechar lechuga y tomate", añoró.

En un momento, tuvo que abandonar los estudios secundarios debido a que necesitaba trabajar y por ese motivo a los 14 años, emprendió el viaje hacia Buenos Aires para vivir con su hermana mayor Griselda. "Mi primer trabajo fue en una panadería en el barrio de Palermo", expresó, donde escucharía por primera vez hablar de la Armada. "Lo que más extraño de mi infancia es la sopa de verduras, el puchero y el famoso postre anchi que hacía mi abuelita --un postre bien criollo a base de harina de maíz--", rememoró.

Actualmente, Ramón reside en el barrio de Villa Lugano en Buenos Aires. Vive con su pareja Kati Guarachi --quien es Agente Civil enfermera de la Armada-- y su hijito Benjamín, de 4 años. "Mi señora Kati es el pilar fundamental para el desempeño de mi carrera, me siento respaldado y seguro cuando estoy varios días navegando lejos de casa; ella conoce mi actividad y sabe comprenderme", retribuyó.

Desde el 2014, año en el que nació su hijo, el Cabo Guerra confesó que cambió sus hábitos radicalmente, pasando más tiempo con su familia. "Mi vida cambió con la llegada de Benjamín, quien es un calco mío--sonríe--. Siempre me ocupo de él, crece muy rápido, nos gusta jugar al fútbol juntos y hacer muchísimas tareas".

Amante del running, de la natación y del fútbol --es hincha de River Plate-- Ramón disfruta compartir con su hijo sus ratos libres, salir a pasear en familia y jugar al fútbol con sus amigos también. "De pequeño fui arquero del equipo San José de mi ciudad, donde llegué a jugar en la Primera", volvió a sonreir.

Sobre el 48° Viaje de Instrucción Naval

La fragata ARA "Libertad", bien llamada la Embajadora de los Mares, se encuentra en plena navegación --luego de zarpar de Salvador de Bahía, Brasil, el 31 de agosto-- esperando el arribo hacia el segundo puerto de su itinerario, ya en el continente europeo.

En total serán 14 los puertos extranjeros de países de Europa y América a los que arribará la fragata en su tradicional Viaje de Instrucción hasta su regreso previsto en enero del año que viene. Entre ellos están los puertos de Santa Cruz de Tenerife, Rota, Lisboa, Brest, Amberes, Londres, Dublín, Boston, Miami, Bridgetown, Recife, Río de Janeiro y Montevideo.

La tripulación de casi 300 personas está compuesta por oficiales y suboficiales de la Armada; invitados especiales de diferentes escuelas e instituciones de formación militar nacionales y de Armadas extranjeras; y los protagonistas del viaje, los cadetes del último año de la Escuela Naval Militar, futuros guardiamarinas de la Armada Argentina.

Colaboración de la Licenciada en Comunicación Social María Silvina Rosas.

Catamarca Fragata Libertad Historia de vida

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