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Economía

150 visitantes del mundo fueron recibidos en el INTA Famaillá

Por primera vez en Argentina, del 31 de agosto al 8 de septiembre en el NOA, se realiza el XXX Congreso Internacional de la Caña de Azúcar, instituido por la Sociedad Internacional de Tecnólogos de la Caña de Azúcar (ISSCT) y organizado a nivel local por la Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar (Satca) y referentes de la industria, el Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales y municipales involucrados.

La primera etapa, el pre-congreso, se desarrolló en Tucumán con la visita de unos 150 delegados de 70 países a los centros de investigación, campos productivos e ingenios locales. En ese marco, el domingo 1 de septiembre, el INTA recibió a los visitantes en su sede central, la Estación Experimental Agropecuaria Famaillá “Ing. Roberto Fernández de Ullivarri”, ubicada en la Ruta Prov. 301, Km. 32, Famaillá.

En referencia al evento, el Director de la Experimental, Ing. Roberto Sopena, sostuvo que “es una día realmente significativo en la historia de nuestra Institución. Es la primera vez que se realiza un evento de esta envergadura, tocando todos los temas de la principal actividad productiva de Tucuman que es la caña de azúcar. Por esto, es un honor que el INTA haya participado en la organización del congreso dentro de la comisión directiva de la SATCA. También, que seamos sede anfitriona recibiendo a investigadores, productores e industriales vinculados al sector de diferentes países del mundo”.

La propuesta consistió en mostrar las principales líneas de investigación y actividades como el desarrollo de variedades, el monitoreo y manejo de las principales enfermedades con énfasis en sanidad de la semilla, tecnologías de manejo, las bases eco fisiológicas para mejoramiento genético y manejo del cultivo, los avances en materia de gestión ambiental y la asistencia técnica y extensión en el área de socio-economía.

Luego de un breve resumen expuesto en el salón principal, los participantes recorrieron las instalaciones de la Unidad para ver “in situ” los nuevos materiales genéticos desarrollados por el INTA. “Se trata de variedades que superan pisos productivos cuantitativos y cualitativos, brindan mejor adaptación a diversos sitios de producción y permiten sobreponerse a barreras relacionadas con la aparición de plagas y enfermedades de fuerte incidencia”, indicó el Ing. Agr. Arturo Felipe.

Además, pudieron ver la Cañera INTA, una cosechadora experimental diseñada para pequeños productores, que se adapta a pequeñas superficies y con un costo de compra y operativo muy inferior a una cosechadora integral. Es fácil de operar y tiene un bajo costo de uso y mantenimiento. Sobre su equipamiento, funcionamiento y beneficios, los Ings. Carlos Aragón y Alejandro Valeiro explicaron que “la maquina requiere de un tractor de 70-80 caballos de fuerza.  Sólo pesa 1200 kg, importante para evitar compactación del suelo. Tiene una barra articulada transversal que garantiza el paralelismo y nivela ambas unidades: el despunte y el corte de base. Los discos de corte tienen 2 placas pentagonales con 5 cuchillas triangulares cada una. Pueden cosecharse surcos separados hasta 1,20 m. entre sí, lo que permite aumentar la densidad y el rendimiento del cultivo. Los tallos retienen un trash de 13% aprox. La transmisión es mecánica convencional, evitando motores hidrostáticos que complican el mantenimiento. Los tallos enteros, sin hojas, se van acomodando en un carro portador de volteo automático con una capacidad de 2.000 kg. Ese carro, una vez lleno, permite depositar la caña en la cabecera del lote, desde donde se lo carga en un camión para transporte al ingenio. De esta manera, la eficiencia del transporte es mayor y se reduce la compactación”.

Otra de las innovaciones expuestas fue la plantadora autopropulsada, que comenzó su historia en 1998 (hasta ese momento, la plantación de caña se realizaba manualmente en la provincia), cuando el Ing. Agr. Cesar Terán (técnico de INTA Cambio Rural) desarrolló SORDA I, la primera plantadora de caña del país. A partir de ese prototipo nacieron otros modelos que difundieron la plantación mecanizada.Como parte de los avances, en el 2014, el equipo técnico del INTA encabezado por Terán desarrolló una plantadora autopropulsada bisurco: SORDA II. “En la actualidad, la plantación mecanizada en Tucumán representa el 40% de la superficie renovada anualmente, mostrando una tendencia creciente del reemplazo de plantación manual por mecánica. Lejos de ser un prototipo, SORDA II es una máquina intensamente utilizada en campos comerciales, debido a sus altas cualidades. Entre ellas, tiene la capacidad de plantar 2 surcos a la vez distanciados a 1.5–1.8 m. La velocidad de trabajo es de 5-8 km/h. Consume entre 22 y 30 lts/ha de combustible, dependiendo de las condiciones del suelo. La capacidad operativa de plantación asciende a 1,5 ha/hora”, señaló Terán.

El escarificador de labranza reducida fue otra las tecnologías desarrolladas por INTA que pudieron conocer los visitantes. El prototipo experimental fue diseñado en el Laboratorio de Terramecánica e Implantación de Cultivos del INTA Castelar y ensayado en el INTA Famaillá. “El diseño del sistema permite establecer un paquete tecnológico de labranza profunda en franjas y fertilización en bandas localizadas. La disposición de los arcos permite reemplazar cuatro labores durante la plantación y dos labores durante el ciclo de la caña, reduciendo 73 L/ha de combustible. La ubicación de los cuatro órganos escarificadores posibilita una completa remoción del suelo e incrementa entre 60-70% la eficiencia energética de la labor comparada con el sistema convencional. La energía de labranza es aplicada solamente en los sitios que serán aprovechados por las raíces del cultivo: “las franjas". La sección profundidad supera ampliamente a la obtenida con la convencional, favoreciendo un mayor desarrollo radicular y mayores rendimientos. Simultáneamente, al no disturbar los entresurcos, se obtienen mejores condiciones de piso reduciendo la compactación por el tránsito de la maquinaria y las intensas labores del sistema convencional. Así, este sistema favorece la sustentabilidad del sistema productivo y reduce emisiones de gases de efecto invernadero en la etapa agrícola por su menor consumo de combustible fósil”, indicó el Ing. Enrique Fernández de Ullivarri.

Después de la visita a la sede del INTA, en una segunda etapa, técnicos de la EEA Famailla, la EEAOC y profesionales de la actividad privada de Tucuman mostraron parcelas demostrativas de labranza y plantación en el cultivo en la Finca San Genaro de la Empresa Bulacio Argenti SA.

Caña de Azúcar INTA NOA

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